Una nueva capa de pintura es una forma práctica y económica de mejorar rápidamente el aspecto de una casa. Antes de pintar todo el exterior, los colores de la pintura deben ser cuidadosamente seleccionados y probados. Por lo general, sugerimos el uso de dos o tres colores para complementarse entre sí y nuestro diseñador de interiores puede ayudarlo a usar colores de pintura para resaltar las mejores características arquitectónicas de su hogar. Por ejemplo, es probable que no quiera llamar la atención sobre la puerta de su garaje, pero podría enfatizar su puerta de entrada principal con un color de acento. Si tienes una casa de ladrillos, puede ser un poco más complicado. Por lo general, un “lavado blanco” o una apariencia de pátina en el ladrillo es de bajo mantenimiento y proporciona un alto valor estético.
Debemos ser coherentes con los colores del vecindario y cuidar la estética y estilo que están usando nuestros vecinos para mantener una armonía y usar la misma gama de colores para que las paredes exteriores se vean mejor. Un consejo: No nos dejemos llevar por los colores del momento o los colores de moda, primero porque todos los usarán y segundo porque las modas pasan y quizás mas adelante debamos cambiar el color.
Elija una buena pintura, de calidad, duradera para que no nos preocupemos por volver a pintar la casa por unos 8 a 10 años aproximadamente.
Las pinturas para exteriores a base de látex son generalmente la mejor opción para proyectos de pintura al aire libre, como paredes y molduras de un hogar. Las pinturas de látex se secan rápidamente, las imperfecciones que se capturan durante el proceso son fáciles de limpiar y la pintura de látex se expande y se contrae bien con los cambios de temperatura. Sin embargo, se formará burbujas y se pelará si se aplica sobre pintura a base de aceite existente, por lo que si está pintando una capa nueva sobre pintura existente, debe coincidir con la sustancia aplicada anteriormente.
En cuanto al acabado, es principalmente una cuestión de elección estética, pero hay algunas cosas a tener en cuenta. Las pinturas brillantes son las más resistentes al daño y las más fáciles de limpiar, pero un acabado brillante muestra imperfecciones y se ve fuera de lugar cuando se usa en una escala más grande. Las pinturas brillantes o semibrillantes son ideales para los marcos de ventanas y puertas, mientras que las semibrillantes son una buena opción para puertas exteriores, siempre que la puerta a pintar esté en buenas condiciones. Esta es también una buena opción para ladrillos, ya que ayuda a sellar el material poroso.